Para que puedas dominar el tema de las tarjetas de presentación, es crucial que sepas la historia. En Caemos Bien, te platicaremos rápidamente su origen.

En el pasado las tarjetas de presentación se llamaban tarjetas de visita, estas aparecieron en China en el siglo XV, y en el continente europeo en el siglo XVII. Los sirvientes de la nobleza y la realeza entregaban estas tarjetas a los lacayos de los anfitriones anunciando ostentosamente la llegada de sus dueños.

Estas tarjetas se convirtieron en una herramienta imprescindible de etiqueta, con normas muy sofisticadas y artificiales para su uso. La idea era que alguien no vería a otra persona sin antes recibir una tarjeta de visita. Obviamente esto ha cambiado, en el siglo XVIII las tarjetas de visita se cambiaron a tradecards o (tarjetas de comercio) o como actualmente se le conocen: tarjetas de presentación.

Indudablemente el uso de las tarjetas de presentación es una buena práctica para hacer networking (conexión laboral) y ha servido a muchas generaciones para darse a conocer.

Es un hecho que la era digital presenta una competencia para el papel en el que las tarjetas de presentación están hechas, pero afortunadamente se sigue manteniendo esta tradición.

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